¿Cómo lavar las mantas y conservarlas correctamente?

Aunque puede que no lo parezca, lavar una manta y guardarla de manera correcta es muy importante. En nuestra lavandería industrial en Valencia sabemos que es fundamental para evitar malos olores y la suciedad en este producto tan estacional.

¿Cómo se debe lavar una manta?

El uso de las mantas está reducido a los meses más fríos del año. De ahí que esta prenda se acabe lavando un par de veces al año o tres como mucho. Meterla en una lavadora doméstica puede ser el primer impulso, pero antes de hacerlo, hay que revisar muy bien su etiqueta. Pero sin duda, lo más adecuado es acudir a una empresa como la nuestra para contratar los servicios de lavandería y tener las mantas siempre limpias sin moverse de casa.

En cualquier caso, si la decisión es lavarla en casa, hay que hacerlo siempre con agua fría, ya sea a mano o a máquina. Hacerlo con agua caliente debilitaría la manta y la haría perder las propiedades del tejido. En el caso de una manta de pelo o de lana, siempre es mejor hacerlo a mano. Las mantas polares se pueden introducir en la lavadora, pero siempre con un programa delicado. A la hora de secarlas, lo mejor es hacerlo al aire libre. Colocarlas en una secadora no va a garantizar un secado óptimo.

Para conservarlas lo más adecuado será meterlas en una caja de plástico, nunca de cartón. Guardarlas en una cesta va a permitir siempre tenerlas más a mano, pero terminarán acumulando más suciedad. Las bolsas al vacío son sin duda, la mejor opción. No habrá que preocuparse por las humedades ni por las infecciones, ya que estarán sin aire. Además, ocupan muy poco espacio.